Como cosas interesantes, estaba una casa donde habitó Cristobal Colón, y según decían, también sus restos, aunque esto no está nada claro. Parece ser que Colón decidió que sus restos descansasen en Santo Domingo, según él, la tierra más bonita del planeta. A saber...
Luego me acerqué a una Marina deportiva que hay en el río. El río estaba llenísimo de mierda, perros muertos y bastante descuidado en general, pero bueno. Estuve hablando con un militar de apellido Cabrera sobre la posibilidad de alquilar un barco en Semana Santa, pero no hay oferta en ese puerto que, además, es un poco fulero.
Luego fui a comerme una fabada asturiana al restaurante español, y más tarde me relajé tranquilamente en el hotel, que se encuentra en la calle Danae, relativamente cerca del mar y no tanto del centro, pero bien situado.
Al día siguiente estuvimos perreando por la mañana y luego fuimos a comer a Hermanos Villar, un Sancocho (una especie de guiso) y luego a alquilar un Kia verde fosforito pequeño muy bacilón.
Como ya era de noche y la gente conduce francamente a lo loco, nos fuimos al hotel planeando comenzar a viajar por el país al día siguiente.
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