Bueno, por la mañana nos levantamos tranquilos. Hoy es el ultimo día de nuestra aventura. Personalmente, como odio la Navidad, no estoy convencido de querer volver a España antes de que acaben las fiestas. Quizá la máxima motivación sea tocar la guitarra o ver a mis hermanos y a mi prima Maria a quien adoro.
Pensar en Madrid y en el frío me cortan el rollo definitivamente, y mas en esta situación, que no entiendo por que tengo que irme cuando no tengo mucho que hacer en España... Bueno, mejor no pensar en ello o me pasara como el día 30 de noviembre en Costa Rica, que me quede en el aeropuerto viendo partir a mi vuelo como la vaca que mira al tren, lo que me proporciono dos meses mas de aventuras, y visitas a Nicaragua, la República Dominicana o Haiti.
El día lo dedicamos a visitar las playas de Punta Cana, muy blancas y eso pero súper pobladas de horteras. Cada vez llevo peor el contacto con la sociedad, y mas cuando tengo que abandonar el Caribe Tropical, que me pongo de un mal rollo que no veas.
El resto te lo puedes imaginar... Devolver el coche de alquiler (un Kia Picanto al que le levantamos el cenicero para el barco), que nos timaran 20€ por persona en tasas de salida del país, una mierda de cena en el Wendys y el vuelo a España en un Jumbo 747 de Pullmantur sorprendentemente barato pues, solo ida, nos sale en algo como 230€ por persona o así.
Como mola viajar, la verdad, y mucho mas sin prisas, al tran tran.
Espero que Carla vaya a recogernos al aeropuerto!