jueves, 14 de noviembre de 2013

2013 noviembre 8-10 JACÓ, TÁRCOLES

Puesto que todo lo relativo a hacer un mirador en el Rio Tarcoles o es muy complicado de conseguir o no nos convence, decidimos tirar la toalla y Douglas, uno de los hijos del Sr. Juan, nos dice que por qué no lo hacemos en una laguna que tienen detrás del restaurante.

Visitamos el lugar y nos encanta. Tiene incluso cocodrilos más grandes que el río, y mucho más salvajes. Es una zona donde anidan y crían estos animales, así que hay también ejemplares chiquitos, muy interesante todo.

Nuestro socio, Freiber, cada vez nos gusta menos. Una de las noches le invitamos a unas cuantas birras y después de tirarnos los tejos, se vino con nosotros a tomar la última al bar de Clarita's, pero no le dejaron entrar, argumentando que es un drogadicto y que las lía pardas.

El chaval, con 21 añitos, no es ningún santito, pero bueno, terminó de bordarlo prendiendo fuego a la maleza bajo el puente, discutiendo con el Sr. Juan, poniendo un cartel que prohibía dar de comer a los cocodrilos -cuando es el único que lo hace- y hablandonos de unos rastas que iban a recoger firmas para hacer el mirador bajo el puente.

La verdad es que nos decepcionó bastante, pues teníamos, o al menos yo tenía bastante fe en que se centrara.

También nos contó bastantes milongas de bastantes tipos, lo cual personalmente me molestó un poco.

Es igual, mejor solos que mal acompañados. Si conseguimos sacar adelante este proyecto, le llamaremos por si quiere trabajar para nosotros. Si no es bueno, cambiaremos de guía. De todas formas no tengo demasiada fe en que esto vaya a salir.

No obstante, escribimos un documento detallado haciendo una oferta a la Familia Vargas por su terreno.

Qué coño! Aquí está ese documento:

Jacó, 11 de noviembre de 2013

 

 

 

 

 

Buenos días estimados Sres. Vargas.

 

 

 

Siguiendo indicaciones del Sr. Juan, pasamos nuestra propuesta por escrito:

 

 

Parece ser que realizar un mirador cubierto frente al río no es viable ya que no nos permiten alimentar a los animales, ni modificar el terreno colindante con el río, ni introducir plataforma alguna para que se apoyen los animales y poder verlos fuera del agua, ni instalar absolutamente nada a menos de 10 metros de la ribera del río y mucho menos un toldo que cubra parte del río.

 

 

Siguiendo las indicaciones del Sr. Douglas y algunas recomendaciones del Sr. Gustavo, estuvimos valorando la posibilidad de hacer algo similar en la laguna que se encuentra detrás de las porqueras (chancheras?) aledañas al restaurante.

 

 

Si bien la espectacularidad del proyecto queda bastante mermada y complica la gestión del mismo en algunos aspectos, también es cierto que ofrece la posibilidad de hacer un negocio algo menos masificado y más atendido, por lo que les pasamos la siguiente propuesta:

 

 

- Utilizar la entrada al Parking y el espacio necesario para aparcar dos o tres autobuses más la instalación de un pequeño toldo con unas mesas donde poder despachar las entradas al mirador y algunas camisetas y algunos objetos relacionados con los cocodrilos para su venta como recuerdo de la visita.

 

 

- El alquiler de un espacio aledaño a la laguna donde instalar un mirador de tarima realizado en material ecológico y totalmente removible equivalente aproximadamente a 50 metros cuadrados.

 

 

- La utilización de un sendero que permita llegar desde el parking al mirador siguiendo la valla que ya existe.

 

 

De la misma forma, tenemos las siguientes necesidades:

 

 

- El traslado de las porqueras que se encuentran sobre el terreno que utilizaremos como mirador, o en su defecto, la canalización de sus desperdicios para que no sean arrojados a la zona del mirador.

 

 

- Mantener la zona visible de los usuarios del mirador en condiciones normales de limpieza. Si bien nosotros lo limpiaremos al principio, nos gustaría que no se arrojase basura en esa zona.

 

 

- El sendero hacia el mirador debería mantener un aspecto estético indispensable que estamos dispuestos a aportar nosotros con la plantación de plantas ornamentales, algún cartel explicativo de las especies de la zona, etc.

 

 

- Y además, según el abogado que hemos consultado (el mismo abogado que nos recomendaron ustedes), posiblemente necesitemos la instalación de sanitarios adecuados en la entrada al sendero y alguna casa de aperos para tener un botiquín o similar, lo cual correría por nuestra cuenta en caso de ser necesario pero quedaría en sus dependencias una vez concluida nuestra relación contractual.

 

 

Existen las siguientes particularidades:

 

 

- Parece ser que existe la posibilidad cierta de que la laguna se seque en determinada época del año, lo que lógicamente paralizaría la actividad de nuestro negocio, dejando de utilizar el parking, el sendero y el mirador automáticamente hasta que los cocodrilos vuelvan a ocupar el lugar.

 

 

Si esto sucediese, necesitamos una reducción de la cuota de alquiler de un 50% que utilizaremos para solventar el problema a futuro, con las actuaciones que de mutuo acuerdo consideremos necesarias (bombeo de agua desde el río, etc).

 

 

Si esto no es de su agrado, les ofrecemos la posibilidad de reducir la mensualidad un 25% durante los 5 meses de menor afluencia de turistas (de junio a octubre incluidos), haya o no haya cocodrilos frente al mirador.

 

 

Con todo ello, le hacemos la siguiente oferta económica:

 

 

- Un contrato a 6 años.

- Un pago mensual de 1000 US$.

- Una colaboración de buena fe con su restaurante y los negocios colindantes.

- Una gestión absolutamente responsable en cuanto a los pagos y la gestión del negocio.

 

 

Y por último, aunque no menos importante, mencionar que sólo el uso de una o dos de sus cabinas (si la necesitamos) por nuestra parte, más la utilización normal de su restaurante casi a diario por parte de al menos tres personas más los clientes de nuestra instalación, unido a los posibles acuerdos en cuanto a compartición de gastos comunes, por ejemplo de seguridad, etc. le reportarán a su negocio ingresos superiores a 2.000 $ mensuales con suma facilidad.

 

 

Todo ello unido a que la única actuación de nuestra actividad en su terreno va a redundar en la mejora del mismo así como de los negocios colindantes, hace que honestamente consideremos nuestra propuesta ajustada al entorno y a la actividad que pretendemos desarrollar.

 

 

Según el Licenciado Luis Diego Chaves, con quien pretendemos realizar todos los trámites necesarios, la gestión de los permisos se demorará aproximadamente un mes, que nosotros necesitaríamos para la adecuación de las instalaciones antes de comenzar con las mensualidades.

 

 

Puesto que los próximos días nos encontraremos probablemente fuera del país, les ruego se pongan en contacto con nosotros. a través del email si no fuese posible por teléfono, pues lógicamente nos gustaría comenzar a operar lo antes posible en caso de llegar a un acuerdo.

 

 

Esperando que todo este escrito sea de su agrado, y agradeciendo por adelantado su atención, se despide atentamente,

 

 

 

 

 

Israel Cabrera

israel@dominaelmar.com

Tlf. (+506) 8313 5862

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