viernes, 1 de marzo de 2013

27-2-2013 Pompeya

Me levante temprano, hacia las 8 de la mañana. Desayunamos Paul y yo en el barco y preparamos comida para llevar. Pillamos el tren de Cercanias de Salerno a Pompei, un lugar que queria visitar hace muuuuchos años.

Impresionante paseo por aquellos parajes, donde se conservan casas del siglo I en perfecto estado y donde si cierras los ojos te teletransportas al pasado. Muy interesante.
Ademas, siendo miercoles en invierno (aunque un dia soleado y precioso), no habia casi nadie.

A las cinco volvimos a Salerno a encontrarnos con Alber, que viene de Madrid a acompañarnos en un tramo, bueno, a acompañarme, porque Paul se marcha a Malta pasado mañana a aprender ingles. Le recogeremos en dos o tres meses.

Tambien habia quedado con Chelo, una amiga que enseña español en la universidad. Llegue por los pelos.

En el puerto de Salerno (Mascoccino creo que es), yo estaba amarrado en el espigon ya que, aunque no tengo servicios de ningun tipo (seguridad, agua, luz, baños, lavanderia, etc.), es gratis.

Pero resulta que Chelo vino con Franco, un amigo suyo que es socio de la Liga Navale, asi que nos negocio tres dias gratis muy ricos para enchufar la estufa de 9€ que llevamos a bordo.
Cambie el barco, y nos fuimos de cañas. Muy bien, la verdad, muy divertido.

Alberto llego hecho un hippy, con unas barbas increibles, pero se rapo la cabeza y la barba al dia siguiente.

Un dia cansado pero muuuy bien aprovechado.

No hay comentarios:

Publicar un comentario